#MartesDeRelato

CUANDO SEA GRANDE…

«Cuando sea grande quiero ser un poco gaucho y un poco mago. Pero me voy a tener que ir de esta casa. Porque voy a conocer a «otra mamá» y me voy a casar». Al final del día, cuando me acuesto con él cinco minutos en su cama para rascarle la espalda, se inspira y se confiesa. Lo dijo diez segundos antes de dormirse y, en vez de huir despavorida porque #EmpiezaMiMomento, me quedé escuchando su respiración desacelerada entregándose al sueño. No quise irme tan rápido, su declaración me robó una carcajada silenciosa -para no despertar al menor que ya roncaba en su cuna- pero también me robó el corazón.

Supongo que será normal que los chicos a esta edad nos asalten con este tipo de comentarios y reflexiones, pero en ese momento me imaginé la fatídica escena de un gaucho un poco mago, o un mago un poco gaucho, alejándose de la mano de «otra mamá» y la angustia me pellizcó el pecho. No porque no quiera que algún día se enamore y quiera formar su propia familia, sino porque veo que cada mañana está más grande que la noche anterior, cuando lo acosté y se quedó dormido con las cosquillas en la espalda. En su última declaración me había propuesto matrimonio y algunas semanas después me dice que sí, que se va a casar, pero con otra. Qué pasó en el medio? CRECIÓ UN MONTÓN. Y esto, debo decir, me da vértigo. Vértigo porque a medida que él gana centímetros yo gano arrugas y, simplemente, porque pareciera que todo sucede demasiado rápido.

Este señorito que frunce el ceño y mira la nada cuando está pensando, el que le gusta usar pantalones largos y está chocho de que se acerca el frío, el que tira las Oreo adentro del Nesquik y después las pesca con la cuchara y el que es fan de la milanesa de soja con fideos (?) tiene un gran corazón y espero que nunca «otra mamá» se lo rompa. Esa «otra mamá» seguro ya existe y pulula por algún lugar, quizás este cerca, quizá no, seguro adaptándose al jardín con mi consuegra (?). Pero para qué irme tan adelante, no quiero ser suegra aún.

Cuando sea grande va a ser «un poco gaucho y un poco mago», va a conocer a «otra mamá» que hoy va al jardín y se va a ir de casa vestido con pantalones largos. Esa «otra mamá» le preparará su milanesa de soja con fideos (?) y por la tarde pescarán juntos las Oreo del Nesquik. Espero que esa mamá nunca le rompa su gran corazón. Y si se lo rompe, que sepa que esta mamá siempre va a estar para rascarle la espalda antes de dormir.

Post Anterior Siguiente Post

Quizás también te guste

sin comentarios aún

Dejame tu comentario