#MartesDeRelato

LA REBELIÓN DE LAS MADRES

Madres, aquella especie de ser humano que se parte al medio para parir a otro ser humano, que sopla sus velitas sobre alfajores improvisados y que se autocompra sus regalos de cumpleaños y de Navidad, y que sabe muy bien cómo poner cara de sorprendida sin siquiera haberlo practicado. Madres, aquellas con la ventaja biológica de gestar pero que también pueden cumplir su rol aún sin haber cargado vida en sus entrañas. Las que se posponen y procrastinan priorizando necesidades ajenas, las que trabajan con una mano y hacen dormir a un bebé con la otra, las que se despiertan de madrugada porque en la oscuridad de la noche los niños siempre llaman a sus madres aunque pudieran llamar a sus padres. ¿Por qué? ¿Eh? Hoy propongo una rebelión, justa, necesaria, a tiempo: la de las madres.

La rebelión de las madres es una revuelta pacífica sin banderas ni pañuelos de colores que tiene como fin último que las madres se prioricen pero sin sentir culpa. Propone que, si bien la maternidad es postergación intermitente, que nunca sea abandono continuado. En su manfiesto, alienta a las madres a que dejen de comerse las sobras de los platos de sus hijos y que en las puertas de sus baños siempre haya una llave para poder cerrar. Los baños de las madres son con llave o no son. Una vez por semana esa llave -elemento glorioso y fetiche- se gira para poder vivir el trance de un baño de inmersión. Si es con música sonando en unos regios auriculares, mejor, porque entonces no hay manera de escuchar lo que pasa afuera. Afuera, tu descendencia está muy bien custodiada por su mismísimo padre, la otra mitad de este equipo, aquél que tiene exactamente la misma responsabilidad que vos en este salpicón de ojos pizpiretas.

Se trata de un motín sereno y liberador, en donde las madres renuevan cada temporada de verano sus bikinis ya estiradas y desteñidas, y la que vienen usando hace tres años consecutivos, la van dejando al fondo del cajón. Las sandalias que desea con fiereza y que tan bien quedan en los pies de esa influencer de moda con miles y miles de seguidores, va y se las compra en un rapto de lucidez. Las paga en cuotas para que duela menos. En cuotas -muchas- se puede pagar el viaje que siempre planean y nunca se animan a concretar con sus amigas. Eso es una inversión, no es un gasto. No hace falta esperar a que cumplan 50 años de egresadas para hacerlo. Tal vez sea demasiado tarde. Si la clase de zumba es justo a las 19.30 hs y -oh, qué pena- coincide con la hora de las brujas, de los baños inundados y los pijamas, se va igual. Y se vuelve transpirada, despeinada y renovada, con todo el periplo ya resuelto. Son las 22.30, se prenden las letras de Netflix y se disponen a cucharear un rato con un pote de helado mitad Dulce de leche Tentación, mitad Crema Tramontana; cuando se oye el llanto inoportuno de un niño. Se miran como diciendo ¿quién va? pero se levanta el padre y la madre aprovecha y se zambulle en las redes sociales echada en un sillón, cruzada de piernas.

La rebelión de las madres dice que si somos capaces de dejar un pulmón para pagar una torta de cumpleaños infantil, merecemos, por lo menos, una torta digna el día de nuestra propia vuelta al sol, y no conformarnos con un alfajor medio roto con una velita ya usada. Arenga a las madres, este tipo de ser vivo que suele creerse indispensable, que también pueden -deben- pensar en sí mismas y en sus deseos escondidos y pacientes- para que, entonces, sean las madres que quieran ser, y no solo las que puedan ser.

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6 comentarios

  • Comentar Estefania spina 19 noviembre, 2019 at 21:16

    Genial mechi. Espero cada martes!!! Acabo de terminar.de festejar el.cumple 5 de.mi nene y te juro q me vino como anillo al dedo ????????

  • Comentar Laura 19 noviembre, 2019 at 22:14

    Lo ame!!! Cada palabra! Me siento tan identificada! Arriba la Rebelión de las Madres!!????????????

  • Comentar Cat 20 noviembre, 2019 at 10:31

    ¡Espectacular!

  • Comentar Vanesa 20 noviembre, 2019 at 10:57

    Me adhiero a la rebelion! Basta de esa madre culposa y sufrida!!!

  • Comentar Florencia 20 noviembre, 2019 at 11:32

    hasta llore ????????espectacular

  • Comentar Marianela 20 noviembre, 2019 at 15:30

    Genial!! Justo ayer tuve un día!!! Gracias por poner en palabras tantas cosas que nos pasan a las mamás! Yo ni bikini tengo! Cada vez que quiero comprarme algo surge otra cosa y así lo pateo para nunca. Un beso

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