#MartesDeRelato

CO-CREÁ TU PROPIO DESTINO

No soy muy amiga de los balances de fin de año, más que nada porque te das cuenta de que no hiciste muchas de las cosas que prometiste aquél esperanzador 1 de enero en el que tenías 365 hojas por delante para escribir la historia de tu año. Lo que no se hizo no se hizo. Prefiero mirar para adelante y pensar en todo lo que se puede hacer de ahora en más. ¿Sabías que tenés el poder de co-crear con tu mente tu propio destino?

No es un decir ni una frase hecha. Estoy convencidísima -por experiencia propia- de que es posible colaborar con el destino inclinando la balanza para donde nosotros queramos. Hay cosas que pasan y que no podemos evitar, pero hay muchas otras cosas que podemos atraer con la mente. No es tan fácil como parece, en realidad es un hábito que se adquiere y se incorpora hasta que se convierte en una manera de vivir. Me di cuenta de esto una tarde de enero en el campo mientras le escapaba al calor bochornoso de la hora de la siesta. En medio de un silencio sepulcral y mirando por la ventana las ramas quietas y acaloradas de los árboles, encontré un libro en la biblioteca de esa vieja casa de campo a la que en pocos días volveremos. Seguro escuchaste hablar de El Secreto. Se trata de un libro que esconde un secreto milenario que ya se divulgó por el mundo y que, en pocas palabras, dice que cada uno tiene la capacidad de construir su propio porvenir y de atraer todo lo que quiera, tan solo pensando en positivo de manera persistente. Es la famosa ley de atracción que declara que todo lo que nos rodea -incluso aquello que no nos gusta- existe porque lo atrajimos con la mente. Como la famosa lámpara de Aladino, el universo está dispuesto a darte todo lo que ordenes con tus pensamientos. Si tus pensamientos son negativos, recibís negativo, pero si tus pensamientos son positivos, vas a recibir todo lo que querés. Se trata de pedir lo que uno desea. De escribirlo, de decirlo en tiempo presente, como si de verdad estuviera ocurriendo, de imaginarlo concretado, de visualizarlo, de sentir las emociones de ver eso que deseamos hecho realidad. Esto es importante: imaginar aquello que deseás como si ya lo hubieras recibido, porque si en tus pensamientos se cuela una pizca de negatividad, no funciona. Lo ideal es empezar con cosas pequeñas, como encontrar algo que se te perdió o un lugar para estacionar, imaginando con todos los sentidos cómo eso que pedís se está concretando. Recién ahí, cuando te empieces a poner canchera con esto de pensar en positivo, vas a poder empezar a soñar con cosas más grandes.

Ese mismo mediodía, mientras afuera los pájaros se caían del calor, empecé a poner en práctica El Secreto. Imaginé y dije en voz alta y en tiempo presente todo lo que quería para este año. Sentí la alegría de estar recibiéndolo, de verlo hecho realidad. Y desde ese día hice lo mismo con todo lo que quería para mí. Creer o reventar, pero este año el universo empezó a devolverme todo eso que pedí, ese caluroso mediodía de enero. Uno a uno, mis pedidos se fueron haciendo realidad, quizá no tal cual los imaginé, pero se hicieron realidad, a su manera. Si todos entendiéramos que los pensamientos positivos persistentes y la buena energía, pueden salvar vidas, entonces todos seríamos infinitamente más felices.

Me despido de vos en este último #MartesDeRelato del año invitándote a que pienses conmigo en eso que querés para el año que empieza, a salir de los pensamientos negativos porque entonces sólo vas a atraer negativo. Te invito a que cambies la energía para que entres en la frecuencia positiva y a que te animes a atraer lo que querés. Tenés el poder de crear, con tu mente, tu propio destino. Yo, mientras tanto, me voy a hacer la plancha un tiempo. Mi inspiración necesita estar patas para arriba y hacer un poco de silencio para que las ideas resuciten. Mis dedos necesitan descansar del teclado y vos necesitás descansar de mis letras. Pero prometo capturar esos momentos con la esencia perfecta para que se conviertan en relatos. Te deseo muchas risas y abrazos, siestas largas y nochecitas de verano. Te deseo atardeceres mágicos y mañanas perezosas, tiempo en familia, encuentros con amigos, mates de tarde y brindis de noche. Te deseo un año nuevo feliz. Acordate de que tenés mucho que ver en que así sea.

Hasta pronto, y GRACIAS por estar ahí,
Mechi

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