CUMPLIR DESEOS

Por estos días, este Blog que tantas satisfacciones me da, está cumpliendo cuatro meses de vida. Si bien lo venía garabateando en mi cabeza hace bastante, tenía algunas trabas mentales que me frenaban, haciendo difícil que pasara a la ACCIÓN. Esas trabas mentales que todos tenemos y que lo único que hacen es paralizarnos, aniquilar el movimiento, temerle al cambio, dormir la creatividad, destinarnos a movernos siempre dentro de esos mismos margenes, dentro de los cuales nos sentimos cómodos, pero que no nos dejan avanzar para ver qué hay más allá. ¿Por qué abrir un blog? ¿Qué tengo de interesante para decir? ¿Quién va a querer leer lo que tengo para contar?

El 7 de febrero de este año fue mi primer intento. Mientras Cruz se divertía en la pileta y Blas dormía su siesta, me puse a jugar con el celular y armé algo, con otro nombre. Ahí quedó, muerto en ese primer intento que no prosperó porque yo no lo dejé. TRABAS MENTALES, fantasmas que uno mismo construye. El tiempo pasó y, lejos de olvidarme del tema, cada día se hacia más presente. Quería hacerlo pero no me animaba. Veía cómo otros sí se animaban a poner primera, a tirarse a la pileta, a dar el primer paso sin estar del todo seguros de cómo iba a resultar. Pero lo hacían.

Un lunes, después de un par de meses, me desperté incómoda, molesta, negativa, algo tenía comprimido en el pecho que quería salir. A media mañana recibí un mensaje de mi psicóloga que en ese momento estaba de viaje. «Hola Mechi, espero que te estés animando a cumplir tus deseos». Gracias S por ese mensaje que me abrió los ojos, me empujó, me dio el envión que yo sola no podía dar, y entonces salté. Y solté. Salté hacia ese lugar donde quería estar, salté de mis propios margenes. Y solté mis miedos y dudas. Esa misma noche, mientras todos dormían y mi tiempo por fin era mío, abrí Life in pics Blog. Con una cuota de vergüenza pero con muchas ganas, mis dedos, hasta entonces entumecidos, se aflojaron y se atrevieron a hacer lo que mejor me sale. Escribir. Pero no por obligación, apurada por algún deadline, sino escribir por placer, para mí y, porqué no, para otros también. Aquellos que me leen en silencio o con devoluciones, lectores que conozco y que no. Movimiento, cambio, avance, superación, aire, equilibrio, color, mucho color.  Todo esto me dio y da este humilde blog. Es como una suerte de terapia, una cura cuando no estoy del todo bien, un espacio de reflexión y catarsis, un lugar de encuentro con quienes sienten parecido. Una puesta en común.

Hoy los invito a que ustedes también se animen a cumplir deseos. A correrse del camino, a (auto)descubrirse, a animarse a soltar para poder saltar, a reírse del qué dirán, a atravesar márgenes conocidos para zambullirse en la adrenalina de lo desconocido, a hacer aquello que les hace bien, a quererse un poco más, a ponerse de novios con la vida, a destrabar sus trabas mentales, a dar vuelta la página, a atravesar la zona de confort (que no siempre es de confort), a perseguir sueños, a trabajar por ellos y a intentar ser felices. En definitiva, a encontrarle la vuelta a la vida.