El Realismo Mágico es un movimiento literario de mediados del siglo XX que busca mostrar lo irreal o extraño como algo cotidiano y común. Pretende dar verosimilitud a lo fantástico y es, sobre todas las cosas, una actitud frente a la realidad. Algo así como regalarle algo de magia a la vida cotidiana. Los chicos viven de esta forma, inmersos en un Realismo Mágico permanente que es su visión del mundo. En este mundo de fantasía en donde todo es posible, los juguetes cobran vida cuando su dueño no está, los autos de carrera hablan y se enamoran y Papá Noel vive en el Polo Norte y durante la Noche Buena viaja con sus renos para repartir regalos a los chicos en cada rincón del planeta.
A medida que los años pasan y nos hacemos grandes, este mundo encantado deja de ser tal, se empieza a hacer chiquito hasta que desaparece del todo. Es en ese momento cuando uno se vuelve adulto y el mundo un tanto gris y apagado. Qué lindo sería poder mantener viva una pequeña chispa de Realismo Mágico, una dosis justa, necesaria y sanadora, para que nos acompañe siempre, y así poder vivir más intensamente en un mundo de color, y no en uno que sea sólo blanco o negro. Por estos días en donde la magia de la Navidad casi que se puede oler y palpar, Papá Noel y los Reyes Magos vienen de visita, el hechizo nos salpica y nos arrastra para que juguemos a sentir como niños otra vez.
En este Realismo Mágico Papá Noel existe, y le pido que me traiga un paquete lleno de energía para seguir haciendo upa, una bolsa colapsada de buen humor para tomarme las cosas de otra forma, una caja grande con muchas dosis de paciencia y kilómetros de vida para seguir siendo testigo de momentos como éste. También le pido me regale sabiduría para poder siempre descubrir la magia de cada día.
Que tengan una Navidad mágica y feliz!
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