#MartesDeRelato

EL MARTES TE DICE GRACIAS

No, no me estoy despidiendo ni mucho menos pero hoy, mi Martes y yo, te queremos decir gracias. El Martes nació tímido e introvertido hace algunos años, cuando apenas lo leían 300 almas que por algún motivo se cruzaron con él. Muy de a poco, con constancia y en buena ley, con esfuerzo y placer, fue creciendo centímetro a centímetro. Se volvió cada día más seguro y apuesto, más intenso y picante. Caminaba con los hombros encogidos pero un día se perfumó un poco, se peinó para el costado, sonrió frente al espejo, abrió la puerta y después la cerró de un portazo. No llevó más equipaje que sus palabras y algunas emociones. Cruzó un río y llegó a Uruguay; trepó cordilleras y se bajó en Chile. También aterrizó en México y se llenó de color.

Entonces el Martes encuentra su propio tono, esa identidad que lo define y de pronto esas 300 almas se fueron multiplicando. Le gusta ser polémico e irónico, empático y sensible, cálido pero contundente, pensante y reflexivo, aunque de a ratos explosivo. Así es como me gustan a mí las personas. Llenas de matices. Sabe cómo hacer reír y llorar, tal vez con algunos segundos de diferencia. Hoy el #MartesDeRelato te agradece a vos que cada martes, como si no tuvieras algo mejor que hacer, te tomás el trabajo de leer un rejunte de párrafos escritos y les das sentido. Porque todo tiene sentido porque estás del otro lado. Con lo que vale el tiempo de cada uno y en épocas de inmediatez y de lectores apurados, que elijas quedarte y leer hasta el final, me hace sospechar que eso de que la gente ya no lee, es una enorme mentira.

El #MartesDeRelato te abre las puertas de su casa cada martes y recibe a miles de ojitos ávidos de leer qué tiene para decir. Hay muchos que se pierden -y se encuentran- en sus líneas y se lo hacen saber. Hay otros que están ahí pero en silencio. Y eso también vale. Al Martes lo cuestionaron y lo plagiaron, y eso lo hizo más aguerrido. También le agradecieron y lo citaron, y eso lo hizo más bondadoso. Un día se encaprichó con que quería un # y lo tuvo pero -claro- quiso ir por más y apostó a convertirse en libro. No esperó a que lo llamara ninguna editorial. No no. Se arremangó el rodete – sí, el martes también usa rodete- respiró profundo y fue detrás de su sueño: perpetuarse entre dos tapas, jugar a la mancha, para siempre, entre metáforas, sinónimos, verbos y adjetivos.

Así que hoy el #MartesDeRelato te dice gracias. Por reconocerte en sus líneas sabiendo que no estás sola en esta lluvia, por emocionarte con sus andanzas y por reírte de sus ocurrencias. Por enojarte cuando se pone terco y por piropearlo cuando se pone lindo. Todas esas emociones que despierta en vos son las que lo animaron a dejar atrás sus hombros encogidos y su timidez, para perfumarse y salir dando un portazo a conquistar el mundo. Que vivan los portazos y los sueños perseguidos. Los sueños atrapados también.

Post Anterior Siguiente Post

Quizás también te guste

2 comentarios

  • Comentar Jen 5 noviembre, 2019 at 21:23

    Hola martes. A veces como tantos me olvido en qué día estamos y a la noche te encuentro a vos, martes, y me sonrío porque me voy a dar una panzada de letras aunque sea en el baño, como en este momento. Nadie va a morir. Y yo voy a suspirar y renacer como sólo se logra con la buena literatura.

  • Comentar Jorgelina 6 noviembre, 2019 at 07:23

    Que lindo escribís!!! Tambien te digo GRACIAS por compartir tu inspiracion… GRACIAS

  • Responder a Jorgelina Cancelar comentario