#MartesDeRelato

QUE EMPIECE LA AVENTURA

Hace un tiempo que «huelo vacaciones». Sí, las huelo. Cuando camino por la calle y de pronto siento un olor distinto en el aire, como a comida, me trasporto a las veces que tuve la suerte de viajar a otros rincones del mundo y me recuerdo a mí misma perdida por alguna callecita de algún pueblito o ciudad, buscando un lugar donde poder deleitarme con algún plato autóctono mientras observo rutinas ajenas, caras desconocidas con historias desconocidas, culturas e idiomas diferentes. Cuando estoy lejos de casa, me encanta sentarme en las mesitas en la calle y mirar la gente pasar e imaginar de qué tratarán sus vidas. El otro día, mientras caminaba por la calle, volví a sentir ese olor característico y mis ganas de viajar y de cambiar de aire me invadieron. Creo que poder subirse a un avión y volar lejos es una linda aventura para hacer de tanto en tanto. Viajar renueva, reconforta, ayuda a mirar desde otro ángulo y colabora con ese descanso mental que de vez en cuando necesitamos.

Debe ser que se acerca el día de partir. Es que mañana nos subimos a un avión para emprender nuestro primer viaje de a 4. Desde hace varias semanas que Cruz pregunta cuándo llega el día, y vamos tachando en el calendario. Está ansioso. Yo también estoy ansiosa. No sé cómo serán estas vacaciones siendo 4, aunque tengo la leve sospecha de que serán caóticas y agitadas. Pero hoy es todo lo que necesito. Un feliz y agitado caos en familia, lejos de todo. En los próximos días mi tiempo va a ser de ellos y mi mente estará en off (o al menos eso intentaré) felizmente haciendo la plancha, disfrutando de esta pausa del trajín cotidiano.

Se vienen mañanas de fiaca y de juegos, tardes eternas de sol y mate, besos salados, castillos de arena, helados y despertares cerca del mar. El mar. No veo la hora de volver a olerlo y a escucharlo. Mañana empieza nuestra aventura. La aventura de ser nosotros, sin horarios, sin relojes, sin rutinas y sin apuros. A partir de mañana, el tiempo lo va a marcar la risa y el disfrute. Me voy a visitar otras latitudes y guardar, en la retina y en el corazón, momentos que a mi vuelta trataré de convertir en palabras. Hasta pronto!

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