#MartesDeRelato

UN REGALO ESPECIAL

Si estás buscando ideas de regalos para el Día del Niño, NO sigas leyendo este post. Hoy no quiero hablar de cosas materiales que van a parar a un canasto de juguetes, hoy prefiero hablar de momentos compartidos que van a parar al corazón. A veces me parece que estos momentos especiales, en los tiempos que corren, son escasos; y quizá sea ese el mejor regalo, sólo que ellos no saben pedirlo.

Este domingo podemos regalar una mañana mansa en pijamas, celulares en silencio y almuerzos de risas y charlas. Se me ocurre que un buen regalo puede ser dejarlos chapotear en la bañadera, aunque se inunde el baño; bajarnos de nuestro ritmo acelerado para mimetizarnos con el suyo, un tanto más despreocupado; y agacharnos a su altura para poder mirarlos a los ojos. Escuchar con atención eso que nos cuentan, dejarles pasar algunas cosas, no apurarlos tanto y tener cinco minutos más de paciencia. También más tiempo con la cola en el piso y más cuentos antes de dormir. Prioridades bien ordenadas, exigencias moderadas y palabras amorosas. Un gran regalo es dejarlos decidir algunas cosas y enseñarles desde el ejemplo para que no sea necesario levantar tanto la voz.

Qué tal si en este Día del Niño su regalo es jugar sin tantas reglas y dejarlos que se ensucien, saltar en la cama y comer caramelos antes de comer. En su día podemos regalarles dejar nuestras preocupaciones en la puerta de casa, pero del lado de afuera, y no descargar con ellos. No tienen la culpa. Subirlos a los hombros, aunque duelan; y no olvidarse, nunca, del beso de buenas noches. Más «te quieros» y menos penitencias; más empatía y menos «no pasó nada» cuando se golpean, porque para ellos sí pasó. Otra buena idea de regalo es erradicar las comparaciones y entender que cada uno tiene su propio ritmo, para caminar, para hablar, para dejar el chupete y para dormir toda la noche.

Les propongo que en su día aprendamos a ponernos en su lugar, así podemos descubrir el mundo desde su perspectiva y entender algunas cosas que nuestra mirada adulta y contaminada a veces no entiende. Que nuestras ansiedades y presiones sean sólo nuestras, y no de ellos. Invertir tiempo compartido, además de plata, quizás no sea una mala idea.

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